lunes, 26 de enero de 2009

Preguntas retóricas periodistas y medios (1251-1260)

Para pensar, meditar y reflexionar...

1251) ¿Qué es más gracioso en los periodistas que trabajan para el Grupo Clarín: la defensa corporativa, fundamentalista, extremista y casi obscena que hacen del multimedio o cuando sobreactúan sorpresa, asombro, pasmo, conmoción, extrañeza, estupor, turbación e indignación cuando desde afuera alguien osa sospechar que los dueños, accionistas y directivos del poderosísimo pool comunicacional les sugieren, aconsejan, imponen u ordenan ciertas cosas que deben decir, sentir, pensar u opinar si quieren seguir perteneciendo al paraíso mediático del valle de Constitución?

1252) ¿No es curioso como periodísticamente Jorge Lanata se parezca cada vez más a su cuasi tocayo Delanata?

1253) ¿Tinelli, Sofovich, Viale, Portal, Gelblung, Susana Giménez, Mirtha Legrand, Rial, Graña, Majul, Marley, Miguel del Sel y Gianola, entre muchos otros, no son fieles representantes televisivos del pasatismo, de la superficialidad, de la superficialización, de la banalidad, de la banalización, de la farandulización, de la precarización, de la simplificación, de la alienación, de la distracción, de la frivolidad, de la frivolización, de la estupidez, de la estupidización, de la enajenación, de la inmovilidad, del sedentarismo, del conformismo, del achanchamiento, del consumismo, del individualismo, del egoísmo, del lujo como vulgar ostentación, del “no te metás”, del “sálvese quien pueda” y del “yo, argentino” que el menemato nos dejó?

1254) ¿Ningún periodista de los considerados “independientes” se animará a preguntarle a los mimados Mauricio Macri y Gabriela Micchetti si “ya está bueno Buenos Aires”?

1255) ¿No es demasiada obvia la lógica de la mayoría de los grandes medios de comunicación que indica que desde y sus intereses primero discrimina los que a su criterio son los buenos y los malos, y luego a partir de esa maniquea y binaria distinción defienden corporativamente o atacan prejuzgadamente según corresponda cualquier cosa que piensen, digan o hagan dichos protagonistas?

1256) ¿No es asqueroso como periodistas y comunicadores con todas sus necesidades básicas satisfechas y cubiertas a todo lujo y ostentación, producto de su complicidad, obsecuencia y genuflexión para con sus jefes – dueños de privadas, monopólicas y hegemónicas empresas multimediaticas, hablen muy sueltos de cuerpo de la supuesta “falta de libertad en Cuba” (¡¡¡!!!)?

1257) ¿No es curioso que en los grandes medios de radio y televisión, fieles y católicos reproductores del dogma religioso de la agenda única, cuando leen los titulares de los diarios, en el 90 por ciento de los casos nunca lean los de “Página/12” y en el 99,9 por ciento jamás lean los de “Miradas al Sur”?

1258) ¿No es definitivamente desalentador que los diarios se parezcan cada vez más a las revistas de interés general, que los noticieros televisivos se parezcan cada vez más a magazines, a órganos de difusión de los demás programas del canal y a programas de espectáculos y chimentos farandulescos, y que la radio se parezca cada vez más a una especie de aguantadero cool de figuras en decadencia, de famosos clase B y de estrellas segunda selección expulsados de los paraísos televisivos, teatrales y cinematográficos?

1259) ¿No es para el diván psicoanalítico nacional que para los grandes medios (y para gran parte de las clases medias adictas a Internet y a las cadenas de mails) ciertos tonos, modos, formas, estilos, posturas, métodos y estéticas de diversos funcionarios públicos sean más “irritantes” que las cuestiones de fondo, que las decisiones de Estado o que las políticas públicas que lleven a cabo, por más devastadoras que éstas sean?

1260) ¿No es paradójico que desde los medios se acepten buenamente los reconocimientos, las felicitaciones, los aplausos, las palmadas, las ovaciones, las alabanzas, las loas, los vítores y los elogios por más desmedidos y obsecuentes que sean, provenientes del corporativismo mediático – empresarial, pero que se ofendan tanto ante críticas, apreciaciones, calificaciones, comentarios y opiniones contrapuestas, tildándolas de periodismo de periodistas, de agravios, de censura o de ataque a la libertad de prensa?

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